1. Significado del Adviento. —"En el sagrado tiempo de Adviento la Iglesia despierta en nuestra conciencia el recuerdo de los pecados que tristemente cometimos; nos exhorta a que, reprimiendo los malos deseos y castigando voluntariamente nuestro cuerpo, nos recojamos dentro de nosotros mismos con piadosas meditaciones, y con ardientes deseos nos movamos a convertirnos a Dios, que es el único que puede, con su gracia, librarnos de la mancha del pecado y de los males, que son sus consecuencias." 2. Origen y razón de ser del Adviento. El Adviento (del latín: adventus, "advenimiento", "llegada"), es un tiempo de preparación para el Nacimiento de Jesucristo, en Belén, y representa los cuatro mil y más años que estuvieron los antiguos aguardando y suspirando por la venida del Mesías. La institución del Adviento como tiempo preparatorio para Navidad, data, en España, de fines del siglo IV, según consta por un canon del concilio de Zaragoza celebrado el año 380, y en el resto de Occidente, de principios o mediados del siglo V. Vino entonces como a reafirmar la doctrina de los concilios de Éfeso y Calcedonia, proclamando el dogma de las dos naturalezas, divina y humana, en la persona de Jesucristo, contra la herejía cristológica de Nestorio y Eutiques, y a dar mayor relieve en la Liturgia al misterio de la Encarnación y al de la Maternidad de la Virgen. Hoy día comienza el Adviento el domingo más cercano a la fiesta de San Andrés (30 de noviembre), o sea, entre el 27 de noviembre y el 3 de diciembre, y abarca, por lo tanto, tres semanas completas y parte de la cuarta. Al principio varió su duración según las liturgias y los países, notándose una tendencia casi general a equiparar el Adviento con la Cuaresma, en el tiempo y aun casi en el rigor. En las Galias y en España, por ejemplo, y en rito ambrosiano, empezaba el Adviento el día de San Martín (11 de noviembre), y se prescribían como obligatorios para los fieles, dos, tres y hasta cuatro ayunos semanales y casi diarios para los monjes. La disciplina actual sólo prescribe el ayuno con abstinencia el miércoles, viernes y sábado de las IV témporas, y la Vigilia de Navidad , y en muchos países, en virtud de Bulas e Indultos particulares tan sólo sobrevive el último. Asimismo, para semejarlo todavía más con la Cuaresma, en los últimos días se cubrían las imágenes y altares, igual que en Pasión. Por asociación de ideas, a la primera venida de Jesucristo a la tierra, en carne mortal, une la Iglesia el pensamiento de la segunda, al fin del mundo; y, en consecuencia, el Adviento viene a resultar una preparación a ese doble advenimiento del Redentor. En este concepto tiene este período litúrgico una puerta que mira al pasado y otra al porvenir; de un lado, tiene por perspectiva los millares de años durante los cuales la humanidad esperaba a su Redentor, de otro los siglos que han de transcurrir hasta la hora del cataclismo postrero, en el que ha de zozobrar nuestro planeta" . Cada uno de estos dos advenimientos sugiere a la Liturgia ideas y sentimientos peculiares, que ella expresa con soberana elocuencia e inflamados acentos. Para preparar el primero traduce las ansias y suspiros cada vez más crecientes de las generaciones del Antiguo Testamento, y para prevenir el segundo, alude de vez en cuando al juicio final o alguna de sus circunstancias. Pero, además de prepararnos el Adviento para el nacimiento histórico de Jesucristo y para el Juicio Final, nos revela cada año al Cristo de la promesa, es decir, al Cristo de los Patriarcas y de los Profetas, al Deseado de los collados eternos, y estrecha nuestras relaciones íntimas con el Cristo místico, cuya venida y completo reinado en las almas prepara también . El Cristo de la Promesa es el que llena toda la historia y todos los libros del A. Testamento, Aquél en quien creían, a quien esperaban y a quien, sin conocer, amaban todos los justos de Israel. Aludiendo tan a menudo a Él, la liturgia de Adviento nos pone en comunicación de fe, de esperanza y de amor con todas las generaciones creyentes que nos han precedido, y nos persuade de que somos de la descendencia espiritual de Abrahán y herederos legítimos de la Sinagoga. El Cristo místico es el Cristo viviendo en las almas y reproduciendo en ellas los fenómenos de su vida divina, haciendo de los cristianos otros cristos. Cada Adviento tiende a producir en nosotros un acrecentamiento nuevo de este Cristo místico. 3. Carácter del Adviento. Considerado a través de la Liturgia, el Adviento, por lo mismo que recoge las ansias e inquietudes de las pasadas generaciones y los entusiasmos y regocijos de las nuevas ante la venida del Salvador, es una mezcla de luz y de sombra, de alegría y de tristeza, de angustiosa incertidumbre y de seguro bienestar. Y este doble aspecto se descubre a cada paso en los textos de la Misa y del Oficio, y también en algunos detalles exteriores de la Liturgia. La tristeza está más bien dibujada en algunos rasgos exteriores del culto, como son: el empleo en los domingos y ferias de Adviento, de los ornamentos morados, y de las casullas plegadas, o planetas, en lugar de majestuosas dalmáticas; la supresión de los floreros, del órgano, del "Gloria in excelsis", del "Te Deum", del "Ite missa est", y de las bodas solemnes. Todos estos son indicios indudablemente, de alerta preocupación y tristeza, comunes al Adviento y a la Cuaresma, pero el objeto de uno y otro período litúrgico los diferencia radicalmente, como bien lo manifiesta el uso diario, en Adviento, del festivo aleluya, nunca permitido en Cuaresma. El carácter de penitencia, que algunos recalcan por demás, le vino al Adviento, en el siglo VII, de la influencia del ayuno monástico, no de su propia esencia y espíritu. Pues de suyo lo repetimos—, es una temporada de recogimiento y de santa y confiada expectación. 4. Etapas del Adviento. Desde el Papa Nicolás I, en el siglo IX, el Adviento consta de cuatro semanas, cuyos domingos son "estacionales". Cada dominica tiene su Misa y Oficio propios y hermosísimos, y señala un notable avance hacia el venturoso suceso de Belén. La silueta del Redentor se va perfilando de semana en semana, y adquiriendo nuevos matices y relieves, hasta que, al fin, se le ve aparecer en carne mortal. Paralelamente se va proclamando cada vez más alto la virginal Maternidad de María. El más célebre de estos domingos es el III, llamado "Gaudete" (alégrate) por la primera palabra del Intróito, y porque traduce a maravilla el espíritu de la liturgia en este día, que es de extraordinaria alegría. En él suspende la Iglesia todas las manifestaciones exteriores de luto, vistiendo a sus ministros de color rosa y de dalmáticas, engalanando con flores los altares y tañendo el órgano. En las etapas del Adviento, señala este domingo el punto culminante del progresivo ascenso a Belén. Con ser el equivalente al domingo "Laetare", IV de Cuaresma, no suscita en los fieles tanta alegría como aquél; pero es porque tampoco se hace sentir tanto su ausencia, ya que la tristeza de Adviento es muy moderada y obedece a muy distintas causas, como hemos dicho. Como a medio camino del Adviento, interpónense las IV Témporas (miércoles, viernes y sábado de la III Semana), que son las que con sus ayunos y abstinencias imprimen a la temporada un cierto tinte de austeridad y penitencia. Eran éstas las Témporas más importantes del año y las únicas en que, en la antigüedad, se celebraban las Ordenaciones. El miércoles era muy célebre en la Edad Media por su Evangelio "Missus est", que inmortalizó San Bernardo con sus cuatro popularísimos sermones sobre las alabanzas de María. En él se proclamaban ante el pueblo los candidatos para las Ordenaciones. Pero la más amena y alentadora de todas es la etapa última, que abarca del 17 al 25, y que, con su repertorio de antífonas propias, a cada cual más vibrante, nos pone al Salvador ocho días antes de nacer, casi al alcance de la mano: "Ecee veniet, dice, Ecce jam venit, De Sion veniet, Egredietur Dóminus, Constantes estofe", etc., y con la fiesta de la Expectación, al menos en España 5, nos en vuelve anticipadamente en un ambiente de cuna. 5. Las "Antífonas O".—Entre las Antífonas que, del 18 al 26 de diciembre, resuenan en los Oficios del Adviento, las más solemnes y más célebres son las llamadas "Grandes Antífonas", o "Antífonas O", por empezar todas con esa exclamación. Son como las últimas explosiones de las fervientes plegarias de Adviento, y los últimos y más apremiantes llamamientos de la Iglesia al suspirado Mesías. Según Amalario de Metz, estas Antífonas son de origen romano, y probablemente datan del siglo VII. Fueron, en un principio, siete, ocho, nueve, y a veces, hasta diez y más ; pero desde Pío V se fijó en siete su número. En cada una llámase al Mesías con un nombre distinto: Sabiduría, Adonai, Oriente, Rey, Emmanuel (Dios con nosotros). Han sido vaciadas todas en un mismo molde literario y traducidas a una misma melodía musical, siendo, bajo ambos aspectos, composiciones clásicas. En las catedrales y monasterios, entónenlas cada día un canónigo o un monje distinto, revestido de pluvial y entre ciriales y repiques de campanas. Antiguamente, al menos en las abadías, después del Abad y del Prior las entonaban por su orden: el monje jardinero, el mayordomo, el tesorero, el preboste y el bibliotecario, en atención a la afinidad que creían hallar entre cada uno de esos títulos y sus respectivos cargos. Servíanse de viejos cantorales, iluminados con miniaturas y perfiles simbólicos. Todo este aparato y el significado mismo de las Antífonas, llevaban a las Vísperas de estos días numerosos fieles, que mezclaban sus voces con las del clero y así disponían progresivamente sus corazones para las alegrías de Navidad. Algún liturgista hace notar que las letras iniciales de estas Antífonas, invertidas, forman un ingenioso acróstico de dos palabras: ERO CRAS (estaré mañana), que es como la respuesta atenta del Divino Emanuel a esos siete llamamientos de la Iglesia. Hélo aquí: | ||
|
↧
El Adviento, las Témporas y las Antífonas O.
↧
¡Viva la Sotana! (vídeo completo)!
↧
↧
Las Antífonas O.
Entre las Antífonas que, del 17 al 23 de diciembre, resuenan en los Oficios del Adviento, las más solemnes y más célebres son las llamadas "Grandes Antífonas", o "Antífonas O", por empezar todas con esa exclamación. Son como las últimas explosiones de las fervientes plegarias de Adviento, y los últimos y más apremiantes llamamientos de la Iglesia al suspirado Mesías.
Según Amalario de Metz, estas Antífonas son de origen romano, y probablemente datan del siglo VII. Fueron, en un principio, siete, ocho, nueve, y a veces, hasta diez y más ; pero desde Pío V se fijó en siete su número. En cada una llámase al Mesías con un nombre distinto: Sabiduría, Adonai, Oriente, Rey, Emmanuel (Dios con nosotros). Han sido vaciadas todas en un mismo molde literario y traducidas a una misma melodía musical, siendo, bajo ambos aspectos, composiciones clásicas. En las catedrales y monasterios, entónanlas cada día un canónigo o un monje distinto, revestido de pluvial y entre ciriales y repiques de campanas.
Antiguamente, al menos en las abadías, después del Abad y del Prior las entonaban por su orden: el monje jardinero, el mayordomo, el tesorero, el preboste y el bibliotecario, en atención a la afinidad que creían hallar entre cada uno de esos títulos y sus respectivos cargos. Servíanse de viejos cantorales, iluminados con miniaturas y perfiles simbólicos. Todo este aparato y el significado mismo de las Antífonas, llevaban a las Vísperas de estos días numerosos fieles, que mezclaban sus voces con las del clero y así disponían progresivamente sus corazones para las alegrías de Navidad.
Algún liturgista hace notar que las letras iniciales de estas Antífonas, invertidas, forman un ingenioso acróstico de dos palabras: ERO CRAS (estaré mañana), que es como la respuesta atenta del Divino Emanuel a esos siete llamamientos de la Iglesia.
Según Amalario de Metz, estas Antífonas son de origen romano, y probablemente datan del siglo VII. Fueron, en un principio, siete, ocho, nueve, y a veces, hasta diez y más ; pero desde Pío V se fijó en siete su número. En cada una llámase al Mesías con un nombre distinto: Sabiduría, Adonai, Oriente, Rey, Emmanuel (Dios con nosotros). Han sido vaciadas todas en un mismo molde literario y traducidas a una misma melodía musical, siendo, bajo ambos aspectos, composiciones clásicas. En las catedrales y monasterios, entónanlas cada día un canónigo o un monje distinto, revestido de pluvial y entre ciriales y repiques de campanas.
Antiguamente, al menos en las abadías, después del Abad y del Prior las entonaban por su orden: el monje jardinero, el mayordomo, el tesorero, el preboste y el bibliotecario, en atención a la afinidad que creían hallar entre cada uno de esos títulos y sus respectivos cargos. Servíanse de viejos cantorales, iluminados con miniaturas y perfiles simbólicos. Todo este aparato y el significado mismo de las Antífonas, llevaban a las Vísperas de estos días numerosos fieles, que mezclaban sus voces con las del clero y así disponían progresivamente sus corazones para las alegrías de Navidad.
Algún liturgista hace notar que las letras iniciales de estas Antífonas, invertidas, forman un ingenioso acróstico de dos palabras: ERO CRAS (estaré mañana), que es como la respuesta atenta del Divino Emanuel a esos siete llamamientos de la Iglesia.
Ofrecemos a continuación las melodias de las Antífonas:
17 de Diciembre, O Sapientia
18 de Diciembre, O Adona
19 de Diciembre, O Radix Jese
20 de Diciembre, O Clavis David
21 de Diciembre, O Oriens
22 de Diciembre, O Rex gentium
23 de Diciembre, O Emmanuel
↧
Martirologio Romano 1956.
19 de Diciembre / Die 19 Decembris. Quartodecimo Kalendas Januarii.
En Mauritania, san Timoteo, Diácono, que, por la fe de Cristo, al cabo de dura prisión, arrojado al fuego, consumó el martirio.
In Mauritania sancti Timothei Diaconi, qui ob Christi fidem, post diros carceres, in ignem conjectus, martyrium consummavit.
En Alejandría, san Nemesio, Mártir, el cual, acusado primero falsamente de ladrón ante el Juez y vista su inocencia, quedó libre; después, en la persecución de Decio, delatado al Juez Emiliano como discípulo de Cristo, por el mismo Juez fue dos veces atormentado y finalmente quemado con unos ladrones, a semejanza del Salvador, que entre ladrones fue crucificado.
Alexandriae beati Nemesii Martyris, qui, primo per calumniam quasi latro Judicidelatus, eoque crimine absolutus, mox, in persecutione Decii, Christianae religionis nomine accusatur Æmiliano Judici; a quo, geminatis suppliciis excruciatus, cum latronibus jussus est incendi, Salvatoris deferens similitudinem, qui una cum latronibus pertulit crucem.
Alexandriae beati Nemesii Martyris, qui, primo per calumniam quasi latro Judicidelatus, eoque crimine absolutus, mox, in persecutione Decii, Christianae religionis nomine accusatur Æmiliano Judici; a quo, geminatis suppliciis excruciatus, cum latronibus jussus est incendi, Salvatoris deferens similitudinem, qui una cum latronibus pertulit crucem.
En Nicea de Bítinia, los santos Mártires Darío, Zósimo, Pablo y Segundo.
Nicaeae, in Bithynia, sanctorum Martyrum Darii, Zosimi, Pauli et Secundi.
Nicaeae, in Bithynia, sanctorum Martyrum Darii, Zosimi, Pauli et Secundi.
En Nicomedia, los santos Mártires Ciríaco, Pablito, Segundo, Anastasio, Sindimio y sus Compañeros.
Nicomediae sanctorum Martyrum Cyriaci, Paulilli, Secundi, Anastasii, Syndimii et Sociorum.
Nicomediae sanctorum Martyrum Cyriaci, Paulilli, Secundi, Anastasii, Syndimii et Sociorum.
En Gaza de Palestina, el martirio de las santas Méuris (o Maura) y Tea.
Gazae, in Palaestina, passio sanctarum Meuris et Theae.
Gazae, in Palaestina, passio sanctarum Meuris et Theae.
En Roma, el tránsito de san Anastasio I, Papa, varón de muy rica pobreza y celo apostólico; al cual, como dice san Jerónimo, no mereció Roma poseer mucho tiempo, porque tal Obispo no viese la ruina de la ciudad cabeza del mundo; pues a poco de su muerte Roma fue entrada a saco y destruida por los Godos.
Romae depositio sancti Anastasii Papae Primi, viri ditissimae paupertatis et apostolicae sollicitudinis, quem (ut ait sanctus Hieronymus) diu Roma habere non meruit, ne orbis caput sub tali Episcopo truncaretur; nam, haud multo post ejus obitum, Roma a Gothis capta et direpta fuit.
En Auxerre, san Gregorio, Obispo y Confesor.
Antisiodori sancti Gregorii, Episcopi et Confessoris.
Antisiodori sancti Gregorii, Episcopi et Confessoris.
En Orleáns de Francia, san Adyuto, Abad, ilustre por el espíritu de profecía.
Aurelianis, in Gallia, sancti Adjuti Abbatis, prophetico spiritu illustris.
Aurelianis, in Gallia, sancti Adjuti Abbatis, prophetico spiritu illustris.
En Roma, santa Fausta, que fue madre de santa Anastasia, e insigne por su nobleza y piedad.
Romae sanctae Faustae, quae fuit mater sanctae Anastasiae, ac nobilitate et pietate exstitit insignis.
Romae sanctae Faustae, quae fuit mater sanctae Anastasiae, ac nobilitate et pietate exstitit insignis.
En Aviñón, san Urbano V, Papa, que, por haber restituido la Sedé Apostólica a Roma, llevado a cabo la unión de los Griegos con los Latinos y reprimido a los infieles, fue muy benemérito de la Iglesia. Su culto, ya muy antiguo, lo aprobó y confirmó el Sumo Pontífice Pío IX.
Avenione beati Urbani Papae Quinti, qui, Sede Apostolica Romae restituta, Graecorum cum Latinis conjunctione perfecta, infidelibus coercitis, de Ecclesia optime meritus est. Ejus cultum pervetustum Pius Nonus, Pontifex Maximus, ratum habuit et confirmavit.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
Avenione beati Urbani Papae Quinti, qui, Sede Apostolica Romae restituta, Graecorum cum Latinis conjunctione perfecta, infidelibus coercitis, de Ecclesia optime meritus est. Ejus cultum pervetustum Pius Nonus, Pontifex Maximus, ratum habuit et confirmavit.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
↧
Rorate Mass
↧
↧
Domingo IV de Adviento.
↧
Misa Tridentina de "La Natividad de Nuestro Señor".
↧
Santa Misa Tridentina IV Domingo de Adviento en Casablanca, Chile.
Algunas imágenes de la Santa Misa Tridentina, celebrada este Cuarto Domingo de Adviento, en la Parroquia Santa Bárbara de Casablanca, Chile. Apostolado de Una Voce Casablanca. La Santa Misa es celebrada por su Capellán Padre Mauro Ojeda, todos los domingos y preceptos a las 17 hrs, también cada primer sábado de mes.
*
↧
In Vigilia Nativitatis Domini ~ I. classis
Orémus.
Deus, qui nos redemptiónis nostræ ánnua exspectatióne lætíficas: præsta; ut Unigénitum tuum, quem Redemptórem læti suscípimus, veniéntem quoque Iúdicem secúri videámus, Dóminum nostrum Iesum Christum, Fílium tuum:
Qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti Deus per omnia saecula saeculorum.
R. Amen.
Deus, qui nos redemptiónis nostræ ánnua exspectatióne lætíficas: præsta; ut Unigénitum tuum, quem Redemptórem læti suscípimus, veniéntem quoque Iúdicem secúri videámus, Dóminum nostrum Iesum Christum, Fílium tuum:
Qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti Deus per omnia saecula saeculorum.
R. Amen.
↧
↧
La Natividad de Nuestro Señor Jesucristo
↧
San Esteban.
Protomártir
† lapidado hacia el año 33
† lapidado hacia el año 33
Patrono de diáconos. Protector contra los dolores de cabeza.

Esteban, lleno de gracia y de fortaleza,
obraba grandes prodigios y milagros entre el pueblo.
(Hechos de los Apóstoles 6, 8)
obraba grandes prodigios y milagros entre el pueblo.
(Hechos de los Apóstoles 6, 8)
San Esteban, primer diácono elegido por los Apóstoles para la distribución de las limosnas entre los fieles, fue también el primer mártir de Jesucristo: ¡qué gloria! Reprochó vivamente a los judíos el que hubieran echado mano a traición y dado muerte al Justo, al Mesías prometido, y lo confesó magníficamente ante Caifás y el gran Consejo. Hasta vio que los cielos se abrían y a Jesús a la diestra del Padre. Llenos de furor, los judíos lo arrastraron fuera y lo lapidaron mientras Esteban, de rodillas, pedía a Dios que los perdonase. ¡Saulo, el futuro gran San Pablo, tenía sus vestiduras!
MEDITACIÓN SOBRE LA MUERTE DE SAN ESTEBAN I. San Esteban se declara abiertamente discípulo de Jesucristo. No teme la muerte porque está lleno de gracia y de fortaleza; y esta gracia y esta fortaleza le vienen de su fe. La vista del cielo, que se abrió ante sus ojos, lo hace insensible a los tormentos. Si tuviese yo un poco de fe, si de tiempo en tiempo considerase la corona que Dios me prepara en el cielo, ¿qué temería aquí en la tierra? ¿qué amaría fuera de Vos, oh mi dulce Jesús? II. Soporta valerosamente la muerte y, al morir, ruega por los que lo apedrean. Sufre tú por Jesús las persecuciones y la muerte, si es necesario. Nada podrías hacer por Él de lo cual no te haya dado ejemplo; pero sufre orando por los que te persiguen. ¿Sabes por qué San Esteban perdona tan fácilmente a sus enemigos? Porque la crueldad de ellos prepara su triunfo. ¿Cómo quieres que se irrite contra aquellos que le abren la puerta del cielo? (San Eusebio). III. Los Hechos de los Apóstoles dicen, al referir la muerte de este santo, que se durmió en el Señor. Su muerte fue, pues, semejante a un dulce sueño: fue, en efecto, el término de todos sus trabajos y el comienzo de su reposo. Señor, concededme la gracia de morir con la muerte de los santos, con esta muerte tan preciosa ante vuestros ojos. Alma mía, vivamos, suframos, trabajemos, como los santos, y moriremos con la muerte de los santos. ¡Que muera yo con la muerte de los justos! |
La caridad.
Orad por vuestros enemigos.
Orad por vuestros enemigos.
ORACIÓNSeñor, concedednos la gracia de imitar a aquellos a quienes honramos, a fin de que aprendamos a amar a nuestros enemigos, pues celebramos el nacimiento al cielo del que oró a Jesucristo Nuestro Señor por sus mismos verdugos.
Por J. C. N. S.
Por J. C. N. S.
Fuentes:
- Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo IV; Patron Saints Index.
- Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. - Tomo IV; Patron Saints Index.
↧
SAN JUAN.
Apóstol y Evangelista
† hacia el año 101 en Éfeso
† hacia el año 101 en Éfeso
Patrono de escritores; autores; editores; libreros; encuadernadores; impresores; compositores tipográficos; papeleros; litógrafos; pintores; amistad; teólogos. Protector contra las quemaduras y los venenos.

Pedro vio venir detrás al discípulo amado de Jesús,
aquél que en la Cena se reclinara sobre su pecho.
(Juan 21, 20)
aquél que en la Cena se reclinara sobre su pecho.
(Juan 21, 20)
San Juan era todavía joven cuando siguió a Jesús. Fue su discípulo predilecto a causa de su inocencia; asistió a su transfiguración, se recostó en su pecho en la última Cena, subió con Él al Huerto de los Olivos, y recibió a María como Madre, ayudó a sepultar al Salvador y acudió el primero con Magdalena a su tumba el día de su resurrección. Después de la Ascensión, fue a predicar el Evangelio al Asia Menor y se estableció en Éfeso con la Santísima Virgen. Conducido a Roma en el año 95, bajo Domiciano, y arrojado a una caldera de aceite hirviendo, salió de ella sano y salvo y fue desterrado a la isla de Patmos, donde compuso el Apocalipsis. De vuelta a Éfeso, escribió contra los gnósticos su Evangelio que, con sus tres Epístolas, es el inflamado código de la caridad. Sobrevivió a todos los otros Apóstoles.
MEDITACIÓN SOBRE LA VIDA DE SAN JUAN I. He aquí al amigo íntimo de Jesús, aquél que descansó sobre su pecho en la última Cena, y a quien el divino Salvador hizo partícipe de sus más grandes secretos. La primera condición de una verdadera amistad es no tener secretos para el amigo. ¿Está abierto tu corazón para Jesús? ¿No tomas ninguna resolución sin haberlo consultado? En todo tiempo puedes penetrar en su corazón por la adorable llaga de su costado; ¡y Él no puede hacerlo en el tuyo, lleno como está totalmente de las creaturas! Os amo, oh Dios mío, y deseo amaros siempre más (San Agustín). II. La segunda cualidad de la amistad es compartir con el amigo lo que se posee. Ahora bien, Jesús durante su vida diose todo entero a San Juan y, al morir, le dio a su madre. “Hijo mío, dijo, he aquí a tu Madre”. San Juan se había dado por entero a Jesús, había abandonado todo para seguirlo. Date del mismo modo todo entero a Jesús, si quieres ser su amigo. ¿A quién destinas tu corazón? El mundo es indigno de poseerlo. ¿Qué has dado a Jesús en retribución de su ternura? ¿Le has consagrado tu cuerpo, tu voluntad, tu inteligencia, en una palabra todo lo que eres y todo lo que posees? III. En fin, la tercera cualidad de la amistad es la semejanza: el amor hace semejantes a los amigos, si ya no lo son. Fue también este amor el que hizo a San Juan semejante a Jesús, lo hizo también hijo espiritual de María. Jesús te amará, si te asemejas a Él. Para lograrlo, es menester, no que te recuestes visiblemente sobre el corazón de Jesús, sino que Jesús venga a tu corazón, y que no tengas tú otra voluntad que la suya. Tener los mismos gustos y las mismas repugnancias; he ahí la verdadera amistad (San Jerónimo). |
El amor de Dios.
Orad por el aumento de la caridad.
Orad por el aumento de la caridad.
ORACIÓN
Dignaos, oh Dios de bondad, derramar sobre vuestra Iglesia los rayos de vuestra luz celestial, a fin de que iluminada con las enseñanzas de San Juan, vuestro Apóstol y Evangelista, alcance las recompensas eternas. Por J. C. N. S.
↧
DOMINGO INFRAOCTAVA DE NAVIDAD
Pasada la primera impresión de Navidad, la Iglesia nos invita hoy a ver en el recién nacido a nuestro"hermano mayor" por quien y en quien Dios Padre nos ha adoptado misericordiosamente por hijos suyos. Este Niño Divino que yace en el pesebre, un día salvará al mundo y reconquistará para nosostros la herencia del Cielo, que Adán nos había perdido. Pero hasta llegar a esa victoria definitiva, Jesús será perseguido y crucificado, en Sí mismo y en su Cuerpo místico, es decir en su Iglesia y sus miembros, o sea los bautizados; y en el mundo se formarán bandos, unos para defenderlo y otros para combatirlo. No extrañemos, por lo tanto, la confusión religiosa reinante.
↧
↧
Martirologio Romano 1956.
29 de Diciembre / Die 29 Decembris. Quarto Kalendas Januarii.
En Cantórbery de Inglaterra, el triunfo de santo Tomás, Obispo y Mártir, el cual, por defender la justicia y la inmunidad eclesiástica, acuchillado en su Basílica, por la facción de unos hombres impíos, Mártir, fue a unirse con Cristo.
Cantuariae, in Anglia, natalis sancti Thomae, Episcopi et Martyris, qui, ob defensionem justitiae et ecclesiasticae immunitatis, in Basilica sua, ab impiorum hominum factione percussus gladio, Martyr migravit ad Christum.
En Jerusalén, el santo Rey Profeta David.
Hierosolymis sancti David, Regis et Prophetae.
En Arles de Francia, el tránsito de san Trófimo, de quien habla san Pablo escribiendo a Timoteo. Ordenado Obispo por el mismo Apóstol, fue el primer enviado a predicar el Evangelio de Cristo en aquella ciudad, y de su predicación, según escribe san Zósimo Papa, como de una fuente, corrieron para toda Francia raudales de fe.
Arelate, in Gallia, natalis sancti Trophimi, cujus meminit sanctus Paulus ad Timotheum scribens. Ipse autem Trophimus, ab eodem Apostolo Episcopus ordinatus, praefatae urbi primus ad Christi Evangelium praedicandum directus est; excujus praedicationis fonte (ut sanctus Zosimus Papa scribit)tota Gallia rivulos fidei recepit.
Arelate, in Gallia, natalis sancti Trophimi, cujus meminit sanctus Paulus ad Timotheum scribens. Ipse autem Trophimus, ab eodem Apostolo Episcopus ordinatus, praefatae urbi primus ad Christi Evangelium praedicandum directus est; excujus praedicationis fonte (ut sanctus Zosimus Papa scribit)tota Gallia rivulos fidei recepit.
En Roma, los Santos Mártires Calixto, Félix y Bonifacio.
Romae sanctorum Martyrum Callisti, Felicis et Bonifatii.
Romae sanctorum Martyrum Callisti, Felicis et Bonifatii.
En África, el suplicio de los santos Mártires Domingo, Víctor, Primiano, Livoso, Saturnino, Crescencio, Segundo y Honorato.
In Africa passio sanctorum Martyrum Dominici, Victoris, Primiani, Lybosi, Saturnini, Crescentii, Secundi et Honorati.
In Africa passio sanctorum Martyrum Dominici, Victoris, Primiani, Lybosi, Saturnini, Crescentii, Secundi et Honorati.
En Constantinopla, san Marcelo, Abad.
Constantinopoli sancti Marcelli Abbatis.
Constantinopoli sancti Marcelli Abbatis.
En la aldea de Hièmes en Francia, san Ebrulfo, Abad y Confesor, en tiempo del Rey Childeberto.
In pago Oxymensi, in Gallia, sancti Ebrulphi, Abbatis et Confessoris, tempore Childeberti Regis.
En Viena de Francia, la Conmemoración de san Crescente, Obispo y Mártir, que fue discípulo del Apóstol san Pablo y primer Obispo de aquella ciudad. Su muerte se celebra el día 27 de Junio.
Viennae, in Gallia, Commemoratio sancti Crescentis, Episcopi et Martyris, qui fuit discipulus beati Pauli Apostoli ac primus ejusdem civitatis Episcopus, et cujus dies natalis quinto Kalendas Julii celebratur.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
Viennae, in Gallia, Commemoratio sancti Crescentis, Episcopi et Martyris, qui fuit discipulus beati Pauli Apostoli ac primus ejusdem civitatis Episcopus, et cujus dies natalis quinto Kalendas Julii celebratur.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
↧
Traditional Latin Catholic Solemn High Mass
↧
Próximas Misas en Casablanca Chile.
*
Calendario litúrgico, Santa Misa Tridentina, Dios mediante, en la
Parroquia Santa Bárbara de Casablanca:
Jueves 1° de enero de 2015, Octava de la Natividad de Nuestro Señor, a las 12:00 hrs.
Sábado 3 de enero de 2015, Conmemoración de Santa María en sábado, a las 08:00 hrs.
Domingo 4 de enero de 2015, Fiesta del Santísimo Nombre de Jesús, a las 17:00 hrs.
*
La Santa Misa es celebrada por el Párroco don Mauro Ojeda.
↧
La circuncisión del Señor.
Semejante al sol cuando reanuda su carrera anual, Cristo, Sol de justicia, brota del seno virginal de María, templo vivo de Dios, y se lanza a un periplo de luz a lo largo de las fiestas de la Iglesia.
*
Octava de la Natividad de Nuestro Señor (I clase, blanco) Gloria y Credo. Prefacio y Comunicantes de Navidad.
*
Según el calendario litúrgico tradicional, hoy la Iglesia celebra tres fiestas reunidas.
La primera es la que designan los sacramentarios romanos con el título de octava del Señor; de hecho, la misa es casi de octava, ya que toma muchos textos de las de Natividad. Una segunda misa se celebraba antiguamente en Santa María la Antigua, en el foro, cuya dedicación probablemente era hoy. Un vestigio de ella subsiste en las oraciones de la misa. Estas cantan la maternidad de María y son en extremo bellas. La tercera fiesta es la de la Circuncisión, cuya celebración se remonta al siglo VI. Ocho días después de su nacimiento se somete a Cristo, como todos los judíos, a este rito impuesto por Dios a Abraham como sello de su fe, y recibe al mismo tiempo el nombre de Jesús. En torno a ella haremos esta meditación en el primer día del Año del Señor 2010.
*
Leemos en el Santo Evangelio: “In illo témpore: Postquam consummáti sunt dies octo ut circumciderétur puer: vocátum est nomen ejus Jesus, quod vocátum est ab Angelo priúsquam in útero conciperétur” (“En aquel tiempo: Llegado el día octavo en que debía ser circuncidado el niño, le fue puesto por nombre Jesús, nombre que le puso el Ángel antes que fuese concebido en el seno maternal”, Lc. 2, 21). La importancia capital de este rito consistía sobre todo en ser el signo de la alianza y de la incorporación a la religión judía, y de la separación de los demás pueblos. En consecuencia, significaba también la aceptación de la Ley y de las obligaciones en ella consignadas y de la maldición en caso de transgresión, así como también de la participación en las bendiciones y promesas, principalmente en la promesa de la numerosa descendencia y del Mesías. Finalmente, la circuncisión era un signo de la pecabilidad y de la necesidad de la mortificación o circuncisión del corazón. En la circuncisión recibía el niño su nombre e inauguraba su vida de sociedad y tenía personalidad completa en el orden civil y religioso. Era, pues, la circuncisión, algo así como nuestro bautismo, que no sólo es la liberación del pecado original, sino también la entrada en la Iglesia, la incorporación a la misma con la aceptación de las obligaciones que imponen su fe y su moral. Por esto la llama San Pablo una figura del bautismo.
Cristo estaba en sí y por sí exento de la ley de la circuncisión. Como Hombre-Dios no estaba sujeto a las leyes humanas y, en general, a las leyes positivas. El Hombre-Dios era legislador y jefe del Antiguo Testamento, y por consiguiente no estaba obligado a sus propias leyes, como, en efecto, El mismo reivindicó más tarde y con frecuencia esta exención. Sujetóse, pues, esta vez a la ley, tan sólo porque quiso. En primer lugar, porque quiso el Salvador dar así otra prueba de la verdad de su naturaleza humana, y de que quería ser como uno de nosotros. El toma una naturaleza humana, una patria, una nacionalidad… El, el Creador de los hombres y las naciones, el Innombrable y el Inefable. Igualmente, quería demostrar, en el estricto sentido de la como un descendiente de Abraham, quien recibió la circuncisión como signo de alianza y de fe. En segundo lugar, dejó el Señor que lo circuncidaran para honrar la antigua Ley, que era Ley divina y el camino hacia Cristo. El quiso aceptar la circuncisión para cumplir, consumar la Ley en el sentido más alto de la palabra. Por esto derrama hoy su Sangre por primera vez y se ofrece en holocausto, y estas primeras gotitas de su Sangre preciosa no son más que el preludio del drama de la Cruz en la cual ha de ofrecer e inmolar toda su vida y derramar toda su sangre. Esta severa y trascendental significación tiene para el Salvador la circuncisión. Esta sangre es como aurora siniestra en el cielo de su infancia, es un presagio de huracanes y tormentas. En tercer lugar, quiso el Salvador animarnos a emplear todos los medios que Dios en su bondad nos prescribe y da para combatir el pecado; a ejercer la obediencia y la penitencia, y a practicar la mortificación por medio de la verdadera circuncisión del corazón, evitando todo escándalo. Finalmente, por medio de la circuncisión quiso el Salvador ganarse el nombre de Jesús y su gloria. Esta gloria del nombre de Jesús consiste primeramente en su origen, que fue Dios mismo quien lo comunicó a María y a José, quien, como padre legal, lo dio al Salvador. Consiste, además, en su significación, que no es otra que “Dios es salvación, Salvador” y, por consiguiente, expresa, perfecta y enérgicamente, tanto la naturaleza y esencia, como también la misión del Hombre-Dios.
De lo expuesto, síguese, como conclusión de esta meditación que debemos amar al Divino Salvador, que quiso ser como uno de nosotros, que eligió profesar oficialmente una religión determinada, sometiéndose a sus prescripciones, y quiso revestir realmente la figura de siervo y tomar un nombre que lo es todo para nosotros. Honremos el nombre Jesús, invoquémoslo y glorifiquémoslo. ¡Que la Buena Madre nos enseñe a amar a su Hijo Jesús! Amén.
↧
↧
Martirologio Romano 1956.
2 de Enero / Die 2 Januarii. Quarto Nonas Januarii.
Octava sancti Stephani Protomartyris.
Octava de San Esteban Protmártir
En Roma, la conmemoración de muchísimos santos Mártires, que, menospreciando el edicto del Emperador Diocleciano, que les mandaba a entregar los Libros sagrados, prefirieron dar sus cuerpos a los verdugos antes que las cosas santas a los perros.
Romae commemoratio plurimorum sanctorum Martyrum, qui, spreto Diocletiani Imperatoris edicto quo tradi sacri Codices jubebantur, potius corpora carnificibus quam sancta dare canibus maluerunt.
En Antioquía, el martirio de san Isidoro, Obispo.
Antiochiae passio beati Isidori Episcopi.
Antiochiae passio beati Isidori Episcopi.
En Tomis del Ponto, los tres santos hermanos Argeo, Narciso y el niño Marcelino. Este último, en el imperio de Licinio, apresado entre soldados bisoños, y no queriendo seguir la milicia, fue por esto mortalmente herido con azotes y maltratado mucho tiempo en la cárcel, y, por último, sumergido en el mar, consumó el martirio; sus hermanos fueron pasados a cuchillo.
Tomis, in Ponto, sanctorum fratrum Argei, Narcissi et Marcellini pueri. Hic, sub Licinio Principe, cum inter tirones esset comprehensuset nollet militare, hinc, caesus ad mortem ac diu maceratus in carcere, demum, in mare demersus, martyrinm consummavit; ejus autem fratres gladio perempti sunt.
Tomis, in Ponto, sanctorum fratrum Argei, Narcissi et Marcellini pueri. Hic, sub Licinio Principe, cum inter tirones esset comprehensuset nollet militare, hinc, caesus ad mortem ac diu maceratus in carcere, demum, in mare demersus, martyrinm consummavit; ejus autem fratres gladio perempti sunt.
En Milán, san Martiniano, Obispo.
Mediolani sancti Martiniani Episcopi.
Mediolani sancti Martiniani Episcopi.
En Nitria de Egipto, san Isidoro, Obispo y Confesor.
Nitriae, in Ægypto, beati Isidori, Episcopi et Confessoris.
Nitriae, in Ægypto, beati Isidori, Episcopi et Confessoris.
En el mismo día, san Siridión, Obispo.
Ipso die sancti Siridionis Episcopi.
Ipso die sancti Siridionis Episcopi.
En la Tebaida, san Macario Alejandrino, Presbítero y Abad.
In Thebaide sancti Macarii Alexandrini, Presbyteri et Abbatis.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
In Thebaide sancti Macarii Alexandrini, Presbyteri et Abbatis.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
↧
Conmemoración de santa María en sábado.
↧
Santísimo Nombre de Jesús.
Domingo entre la Circuncisión y Epifanía - o, a falta de éste - el 2 de Enero
(2ª clase - Ornamentos blancos).
La Iglesia, después de habernos manifestado la Encarnación del Hijo de Dios, nos revela todas las grandezas de su Santísimo Nombre. A los niños judíos se les solía imponer el nombre al circuncidarlos. De ahí que la Iglesia traiga hoy el mismo Evangelio que el día de la Circuncisión. Jesús significa Salvador, porque "no se ha dado a los hombres ningún otro por el cual deban ser salvos" (Epístola). Si queremos "alegrarnos de ver un día escritos nuestros nombres junto al nombre de Jesús en los cielos" (Poscomunión), traigámoslo a menudo en nuestros labios; una indulgencia parcial (300 días anteriormente) está concedida a los que invocan con reverencia los nombres de Jesús, María y José. Indulgencia Plenaria con las condiciones habituales si cada día durante un mes se invocaren con reverencia (Sac. Pæn. Ap.) Jesús es su Nombre, que es - dice San Bernardo - miel en la boca, música en el oido y melodía en el corazón.
*
↧